Málaga. Hacienda de la Cerda en el Palo

Impreso el 5 de mayo de 2024 Impresión

Hospital San Francisco de Asís, Pasaje Traíña, San Francisco, Este, Málaga, Málaga-Costa del Sol, Málaga, Andalucía, 29018, España

Autores: José Miguel Morales Folguera y Antonio Cruces Rodríguez

En el siglo XVIII los primeros propietarios de lo que será la Hacienda la Cerda eran Manuel Bello de Morales y María Magdalena Escalera. Después de varias herencias en 1794 sale a pública subasta y es adquirida por Manuel de la Zerda y Díaz de Córdoba en 61.320 reales. Tras su muerte en 1810 se entrega la finca a la Obra Pía de los Niños de la Providencia. La finca hubo de ser vendida como consecuencia de los decretos desamortizadores, por lo que fue comprada por 87.702 reales por Salvador Almellones y Luque, pasando a diversos propietarios, hasta que en 1857 Adolfo Pries Saniter (1817-1883) le compró la hacienda a Joaquín del Olmo y Ayala ubicada en el Partido de San Antón. Se conserva la escritura de adquisición, estipulada en 160.000 reales. Cuando la finca era propiedad de la Cerda o la Zerda tenía una extensión de 241.483 m2 y se ubicaba en el margen derecho del Arroyo Jaboneros.
Adolfo Pries, casado con Francisca Scholtz Caravaca, utilizaba la finca como hacienda de recreo, encargando la realización de los jardines a un jardinero alemán. Como en otros jardines de Málaga, los Pries-Scholtz hacían representaciones teatrales en la hacienda, de lo que nos ha quedado una foto de los actores sentados en un claro del jardín. En 1924 la hacienda fue vendida a Carlos J. Krauel Molins en 50.000 pesetas.

En 1933 Tecla Gross Pries vendíó la hacienda en 200.000 pesetas a Francisco Gutiérrez Calderón. En 1935 se instala en la hacienda el centro psiquiátrico Hospital San Francisco de Asís. En 1947 Gutiérrez Calderón vende la hacienda a la Fundación Cultural Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, que lo alquila a Francisco Linares, quien finalmente la adquiere en 1983, utilizándolo como Hospital de San Francisco de Asís.

La hacienda se hallaba a 300 metros de la carretera de Málaga a Almería, desde donde un camino conducía a la puerta de entrada. Un plano de los años treinta del siglo XX, cuando ya existía el Sanatorio Mental San Francisco, nos muestra la superficie alargada de la isla, asentada entre dos cursos de agua: a la izquierda la curva del Arroyo Jaboneros y a la derecha un “arroyo” canalizado, que proviene de la montaña y finaliza en el lago. Una gran superficie irregular con 86 áreas corresponde a la zona de monte ocupada por pinos piñoneros y una presa ubicada junto al arroyo. Debe corresponder a la mina de la que se extraía agua para la casa, para el lago, para los jardines y para la huerta. Además, había una alberca tras la casa, un lavadero y una noria de sangre, que extraía agua de un pozo.

En el centro de la hacienda se hallaba la casa principal con planta cuadrada, estilo ecléctico con elementos mudejarizantes como el ladrillo, la cerámica vidriada, la teja árabe, los aleros de madera y cerámica, el jardín de estilo paisajista y el lago, que tenía forma alargada. En un lado del lago había dos casas, que podrían corresponder a la casa del jardinero y a la del chófer de la nutrida y muy selecta colección de hasta siete vehículos. Contaba con una capilla privada.También había una pista de tenis. A continuación, se hallaba la huerta y los corrales para los animales. Había un pavo real, que le daba el carácter exótico a la hacienda.

El jardín era de estilo paisajista y estaba equipado con algunos elementos decorativos. Se conservan restos de un pequeño cenador, realizado con pilares de ladrillo y una bóveda de hierro forjado cubierta con plantas trepadoras. Había igualmente una fuente rústica, que se ha conservado, aunque no tiene agua en la actualidad.

El elemento más extraordinario de la hacienda era el lago con trazado alargado e irregular, cruzado por dos puentes de estilo rústico y con una isla con embarcadero de madera en el centro. Se conservan numerosas imágenes de la familia paseando en una barca, y al pintor Emilio Ocón se le atribuyen dos preciosos cuadros del lago. Si exceptuamos el estanque del Retiro de Churriana, el lago es el más importante de todos los realizadas en las haciendas de Málaga. Además de compararse con la ría de los jardines del Retiro, también recuerda el lago con su isla en el centro del Carmen de los Mártires de Granada, que es una obra coetánea.

Uno de los cuadros, atribuido al pintor marinista Ocón,  representa con un estilo muy impresionista una perspectiva del lago con una barca varada, tres cisnes nadando en el centro, uno de los puentes atravesado por una mujer con un vestido rosa y un sombrero de color claro, rodeando la imagen una profusa y densa vegetación con palmeras y verticales olmos. Sobre la lámina de agua se refleja la barca y la luz solar ilumina la predominante umbría de las aguas. Sobre el jardín el cielo azul y las nubes blancas y grises iluminan el cuadro. Se trata de una de las mejores obras de esta temática realizada en Málaga.

El otro cuadro muestra un detalle del lago, con la isla, y el embarcadero rematado por una pajarera. También aquí se utiliza el agua como reflejo de los árboles y del embarcadero. Un pequeño cielo azul sirve de contraste lumínico con la umbría y el verdor de la vegetación.

La huerta con 60.370 m2 se extendía entre la pista de tenis y la puerta de entrada, que se regaba con el agua del lago y con una noria, que se hallaba junto a la pista de tenis. La huerta era de frutales, olivos, viña y pinos piñoneros, aunque también había plantaciones de trigo, patatas, verduras y hortalizas.