Bornos. Palacio de Pere Afán de Ribera

Impreso el 26 de abril de 2024 Impresión

Castillo-Palacio de los Ribera, Plaza del Alcalde José González, Bornos, Sierra de Cádiz, Cádiz, Andalucía, España

Adosado al medieval castillo de Fontanar, en el siglo XVI Pere Afán de Ribera, primer duque de Alcalá y marqués de Tarifa, ordena la construcción de un palacio renacentista, formado por un claustro rectangular con dos galerías de arcos semicirculares en dos de los frentes y portadas platerescas, tras el que se sitúa el giardino secreto, en el que intervino el arquitecto italiano Benvenuto Tortello, que ya había trabajado para el duque en los jardines de la Casa de Pilatos de Sevilla.

El jardín está organizado en dos zonas. El Jardín Bajo, estructurado en cuatro cuadros de setos en torno a una fuente central cubierta por un umbráculo de enredaderas y rodeado de cuatro bancos de cerámica con motivos geométricos. Este jardín se halla adornado con un estanque de agua, varias esculturas de putti y dos grutas hoy sin agua y sin plantas

Era un jardín de vegetación baja, rodeado por un muro rematado por almenas, de estilo renacentista, aunque en el siglo pasado se plantaron varios magnolios y otras especies arbóreas, que le han dado un aspecto paisajista. En un lateral ubicado a un nivel superior se halla el Jardín Alto con planta rectangular alargada, formada por tres cuadros de vegetación, cuyo eje central organiza una larga perspectiva monumental, que conduce a la logia de orden dórico, constituida por arquerías semicirculares de dos niveles, adornados con treinta y ocho hornacinas, construidas para albergar una parte importante de la colección de esculturas adquiridas durante la estancia del duque en Nápoles, donde desempeñó el cargo de virrey. Esta colección junto a otras obras del palacio fue trasladada al palacio sevillano, cuando la casa de Medinaceli abandonó el Palacio de Bornos.

En su archivo se conserva un plano de la fachada de la logia fechado en 1708. Su modelo se inspira en los museos al aire libre construidos en Roma para albergar las colecciones de arte antiguo, creadas a raíz de la construcción de la nueva ciudad por los papas. El gran modelo fue el palacio vaticano del Belvedere, cuyo ejemplo sería seguido en los numerosos palacios de los aristócratas italianos.