Impreso el 17 de diciembre de 2024 Impresión
Alameda Principal, Centro Histórico, Centro, Málaga, Málaga-Costa del Sol, Málaga, Andalucía, 29005, España
Como tantos otros proyectos de la provincia de Málaga, la creación de la Alameda, el primer proyecto público de un espacio verde en la capital malagueña se debe a la intervención de un miembro de la familia Gálvez, concretamente Miguel (1725-1792), a la sazón Consejero de Guerra del Gobierno de Floridablanca. Junto a su hermano José aparece retratado en el cuadro, que el pintor Joaquín de Inza realizó en el año de 1776, que representa la fundación por Carlos III del Montepío de Socorro para los Cosecheros del Obispado de Málaga, que se halla en la sede de la Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga.
Fue el 31 de octubre de 1783, cuando, a propuesta de Miguel de Gálvez, el conde de Floridablanca ordena la creación de la Alameda de Málaga. Aunque con precedentes en el siglo XVI, el siglo XVIII es el de las alamedas en el urbanismo hispano. Muchas ciudades españolas e hispanoamericanas se dotan con este importante equipamiento, que se consideraba esencial para el divertimento de los ciudadanos y para la mejora de la salud, ya que se pensaba que la vegetación eliminaba los miasmas, que podían producir enfermedades y epidemias. Las urbes del Antiguo Régimen no tenían jardines ni espacios donde construirlos, por lo que se escogen espacios libres ubicados en las afueras para situar estas amplias superficies plantadas con arboledas, inicialmente álamos, de donde proviene su nombre, y adornadas con fuentes, esculturas de piedra y de terracota, bancos, y arquitecturas. Son obras que se sitúan en la disputa entre ingenieros militares y arquitectos formados en las nuevas academias de Bellas Artes en la segunda mitad del siglo XVIII. En el caso de Málaga, la Alameda se va a construir fuera del sector meridional de la muralla, frente al edificio de las Atarazanas y a la Puerta del Mar, donde durante tres siglos los desarenos del río Guadalmedina había creado un extenso arenal, que por ser territorio militar estaba desocupado. Un detalle del plano del ingeniero Próspero Berboom de 1722 nos muestra el amplio arenal, que se había formado ya en esa fecha, que se hallaba ocupado por algunas chozas y varios árboles dispersos.
La Alameda se crea en dos etapas. La primera se sitúa en el año 1783 y se extendía desde el puerto hasta el castillo de San Lorenzo. La segunda corresponde al año 1797, cuando se proyecta su prolongación hasta el río Guadalmedina.
Aunque se desconoce el proyecto original, que debería incluir el plano y una breve descripción, en el Archivo Municipal de Málaga se conserva la carta de Floridablanca al ayuntamiento malagueño, ordenando su construcción 1:
“Para decoro de la ciudad de Málaga, comodidad de la tropa y desaogo del pueblo y marinería, ha resuelto S.M., a instancia de algunos vecinos principales representados por D. Miguel de Gálvez, y después de haber tomado los informes necesarios, conceder su Real permiso para componer y adornar con arreglo al plan y proyecto que ha formado el ingeniero D. Fernando López Mercader, la puerta del Mar y su playa circunvecina, como puinto mas principal donde debe concluir el camino que se está construyendo desde esa misma ciudad a la de Antequera, y el de la costa por Vélez a Granada; con facultad de facilitar el fondo necesario para la obra, regulado en treinta mil reales, por medio de una suscripción voluntaria entre los vecinos que la han solicitado, y del producto de unas casitas de madera, que deben hacerse y arrendarse a los vendedores de semillas, frutas y verduras, que por estar dispersos por la playa la afean y embarazan con chozas y otros estorbos cuyo producto debe servir después para la conservación del paseo y arboleda que ha de construirse y plantarse: Y para que esta obra se ejecute según está proyectada se ha servido S.M. nombrar al marqués del Vado vocal de la Junta del Camino, a D. Ramón Vicente y Monzón comisionado de la empresa de conducción de aguas, y a D. Antonio de Mora y Paysas, Regidor de este Ayuntamiento, para que de conformidad procedan a facilitar los fondos necesarios por los insinuados medios; con particular encargo de que la obra se ejecute con la mayor solidez y perfección, y de que en el punto más proporcionado se coloque una fuente, que deviera costearse por los fondos del Aqueducto, con abundancia de aguas para abastecer el gran concurso de gente de tierra y mar que se junta en el paraje diariamente y regar la arboleda que debe plantarse: y con prevención de que no se perjudique con esta obra a la del camino y sus fondos que deben correr con entera separación…”.
Desconocemos el proyecto de Alameda realizado por López Mercader, pero hay un plano de los ingenieros Julián Sánchez Bort y Joaquín de Villanova, que presenta un paseo con cuatro hileras de árboles y una plazoleta en el centro frente a la Puerta del Mar, donde se ubicaría la fuente proyectada. La Alameda se extendía entre el torreón del Obispo y el Castillo de San Lorenzo. Esta debió ser la forma original de la Alameda.
Unos años más tarde el ingeniero Segismundo Font realiza otro trazado de la Alameda, en el que ha desaparecido la plazoleta central y se mantienen las cuatro hileras de árboles entre el castillo de San Lorenzo y la muralla junto al puerto. La ubicación de la fuente no aparece definida. Este proyecto incluye la construcción de manzanas de casas al norte y al sur de la Alameda. También aparece proyectada la futura Alameda de los Tristes, actual Alameda de Colón.
La segunda fase de la Alameda corresponde a un proyecto del arquitecto Miguel del Castillo de 1797, que presenta su ampliación hasta el río Guadalmedina, ocupando el espacio del castillo de San Lorenzo, creando dos plazoletas, una frente a la Puerta del Mar y otra frente al edificio de las Atarazanas. La muralla sur ya ha sido derribada. El proyecto aparece denominado como Plano de la Nueva Población de la Alameda de la ciudad de Málaga. Al sur se proyecta la actual calle de Trinidad Grund y al norte la calle de Panaderos, con un total de trece manzanas de casas. En la zona más meridional junto a la playa se hallan las casas de Pescadería.
En el año 1850 la Alameda, llamada entonces Salón de Bilbao, tenía una extensión de 500 varas castellanas, unos 415 metros, y su anchura era de 50 varas, unos 42 metros. Estaba dividida en tres calles, la del centro destinada al paseo peatonal, y las laterales para los carruajes, quedando en los lados dos calles para el tránsito y servicio público. La calle central estaba adornada por numerosas esculturas mitológicas de medio cuerpo de piedra de jaspe sobre pedestales de vara y media de altura, y otros de piedra. Tanto en el paseo central como en los laterales a 4 varas de distancia había filas de 398 álamos negros y variedad de árboles americanos, 30 asientos de piedra de jaspe de 5 varas de largo y una de ancho, con una barandilla de hierro y perinolas de bronce, mas otros 12 sin barandilla. De noche el paseo estaba iluminado con 24 faroles de reverbero. En los extremos del paseo central había dos fuentes: una junto al puerto, que en 1807 se colocó por indicación de Teodoro Reding, Gobernador Político y Militar, la Fuente de Génova, que estaba originalmente en la Plaza Mayor junto a la fachada de las Agustinas. En el otro extremo del paseo se hallaba la segunda fuente, que se nutría del agua de una noria, que tenía a su espalda. Se llamaba Fuente de Neptuno, porque en su frente se había pintado al fresco al dios de los mares. Fue rehabilitada en 1836 y delante había una glorieta cercada con verjas de madera y adornada con cuadros de flores.
Esta Alameda fue la más importante de todas las alamedas construidas en los alrededores del centro histórico de Málaga por los administradores ilustrados de la ciudad, siguiendo los modelos de otras importantes urbes hispanas. Desde la Fuente de Neptuno se prolongaba de norte a sur la Alameda de los Tristes sobre un espigón, que hacía inútil el castillo de San Lorenzo, construido en 1690. Al sur se hallaba la Alameda Hermosa, formada por dos filas de árboles de distintas clases. En el barrio del Perchel se había plantado otra alameda con dos hileras de álamos negros. Estas cuatro alamedas pretendían organizar una gran zona verde en el sector meridional de la ciudad, que se estaba construyendo en esos momentos, y que venía a completar el anillo arbolado, que ya existía en las huertas, haciendas y alamedas de las zonas norte, oriental y occidental: Paseo de Reding, Vega de Málaga, Alameda de Capuchinos, Huerta de los Claveles en el Molinillo, junto a la cual había un Jardín Botánico, Huerta de Godinos, Huerta del Cortijo de la Palma, Hacienda de la Virreyna, Huerta Alta, Huerta del Convento de Capuchinos, Huerta del Convento de los Ángeles, y Hacienda del Padre Mesa.
La Alameda va a adquirir su madurez a lo largo del siglo XIX, cuando se va a convertir en residencia de la pujante burguesía industrial y comercial malagueña. Los Larios y los Heredia van a construir sus palacetes, se abrirán varios hoteles y surgirán numerosos comercios. De todos ellos solo se ha conservado la bodega y taberna de la Casa de Guardia, fundada en 1840 por José de la Guardia. Los primitivos árboles van a ser sustituidos por enormes ficus, por las noches se iluminará con farolas, primero de gas y luego eléctricas, al principio y al final se colocarán dos fuentes, una de ellas la Fuente de Génova, traída desde la Plaza Mayor, y los laterales se adornarán con esculturas de mármol y bustos de terracota, que podemos contemplar en los numerosos grabados conservados, que nos muestran a la gente paseando o vendiendo sus productos en pequeños mercadillos. La Fuente de Génova tras pasar un período en el Parque, en la actualidad ha retornado a su emplazamiento original en la Plaza Mayor, hoy Plaza de la Constitución. Y al comienzo de Alameda, frente a la nueva calle del Marqués de Larios, en 1899 se colocó el Monumento al Segundo Marqués de Larios, Manuel Domingo Larios y Larios, obra del escultor Mariano Benlliure. Su palacio, ubicado en el número 1, fue incendiado en los sucesos del año 1931, y la escultura, que remataba su monumento, fue tirada al puerto, colocando a la alegoría del Trabajo en lo alto. Hoy ha sido restaurada y colocada mirando a la calle del Marques de Larios, pero su palacio, en cuyos bajos se encontraban las oficinas de la Sociedad Larios, fue derribado y en su lugar se construyó el edificio de la Equitativa, que alberga hoy dos hoteles.
Referencias
- 1845-1850) Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Ámbito Ediciones, Madrid. (
- 1982) Málaga en el siglo XIX. Universidad de Málaga, Málaga. (
- 1983) ‘Proyecto de creación de la Alameda de Málaga, 1783’. Boletín de Arte, , , s/v (3) pp. 369-372. (
- 1994) El eje verde urbano Alameda-Parque. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, Málaga. (
Notas
- Archivo Histórico Municipal de Málaga, Acatas Capitulares, año 1783.